Una chica en un café

 Wow…

Tenía demasiado tiempo que no me sentía de esta manera.

Con la garganta cerrada, con dolor en mi pecho, con ganas de llorar.

Otra vez, 

Siento que me estoy quemando, que hay fuego dentro de mi cuerpo

Quiero gritar, gritar porque siento que mis venas se comprimen asfixiando mi existencia, 

Mis huesos se rompen en miles de pequeños fragmentos, mis heridas se abren y destilan sangre que señalan mis paraderos

No sabes cuánto me duele, me duele que no me comprendan.

Que Yo no busco sentir estas cosas, ni pensarlas.

A veces solo aparecen y desaparecen por situaciones

Y cuando aparecen invaden cada rincón de mi mente con ideas inflamables para crear caos, 

de mi tiempo, evitando que no pasen los minutos, corran las horas, que terminen los días para permanecer en mí más de lo que duran las estaciones 

y De mi vida haciéndome aislar de las personas, de las cosas que me gustan

Y solo voy sintiendo dolor y más dolor, incluso, me duele hasta respirar.

Y, sin falta cada noche me vendrán a visitar nuevamente esas pequeñas voces demoníacas que me juzgan y bajan mi auto estima

Sugiriéndome ideas que cualquier persona que este cuerda no le va a gustar

Pero que a mi me parecen las ideas más maravillosas que me pueden sacar de estos problemas...